Al elegir una unidad de refrigeración, la coincidencia de la capacidad de enfriamiento es un factor importante. La capacidad de enfriamiento se refiere a la cantidad de calor que una unidad de refrigeración puede eliminar de un espacio de enfriamiento por unidad de tiempo, típicamente medida en kilovatios (kW) o toneladas de capacidad de enfriamiento. Asegurar que la capacidad de enfriamiento coincida con la demanda real es la base para seleccionar una unidad de refrigeración adecuada, ya que la capacidad de enfriamiento excesiva o insuficiente puede afectar la eficiencia operativa del sistema, el consumo de energía y la vida útil del equipo.
Si la capacidad de enfriamiento es demasiado grande, el unidad de refrigeración Puede generar una capacidad de enfriamiento excesiva durante el inicio, lo que puede conducir a los inicios y detenidos frecuentes del sistema, reducir la eficiencia energética del equipo y puede causar enfriamiento excesivo al medio ambiente, desperdiciando energía. La capacidad de enfriamiento excesiva también puede conducir a la operación de sobrecarga de equipos, aumentando así el desgaste del equipo y acortando su vida útil.
Si la capacidad de enfriamiento es demasiado pequeña, la unidad de refrigeración no puede satisfacer de manera efectiva la demanda de enfriamiento, lo que resulta en una temperatura objetivo inestable o que requiere una operación a largo plazo para compensar la capacidad de enfriamiento insuficiente, lo que lleva a un mayor consumo de energía y sobrecarga de equipos. Especialmente en aplicaciones industriales, si el equipo no puede lograr el efecto de enfriamiento predeterminado, puede afectar el proceso de producción e incluso conducir al estancamiento de la producción y la pérdida de bienes.