Unidades de refrigeración Puede recuperar el calor de la condensación, que es una forma importante de mejorar la eficiencia energética y reducir los costos operativos en muchas aplicaciones industriales y comerciales. Durante la operación de la unidad de refrigeración, el compresor calienta y presuriza el refrigerante antes de fluir hacia el condensador. El condensador enfría el refrigerante de alta temperatura y alta presión y libera calor, que se llama calor de condensación. Por lo general, el calor de la condensación se lleva y se disipa en el medio ambiente a través del agua o el aire de enfriamiento, pero si se utiliza, se puede convertir en valiosos recursos de energía térmica.
La forma común de recuperación de condensación es a través de dispositivos de recuperación de calor o intercambiadores de calor, que introducen esta energía térmica en el sistema de agua caliente para calentar el agua caliente doméstica, calentar, lavar el precalentamiento de agua e incluso para otros procesos industriales que requieren energía térmica. Por ejemplo, en las plantas de procesamiento de alimentos, las fábricas de lácteos, los mataderos y otros lugares, el calor de condensación generado por el sistema de refrigeración se puede utilizar para precalentar el agua de limpieza o procesar agua caliente, reduciendo así la carga en calderas y consumo de combustible. En lugares como hoteles, supermercados y centros de logística de cadena de frío, baños o agua caliente doméstica también se pueden suministrar a través de sistemas de recuperación de calor para lograr el suministro de agua fría y caliente y reducir el consumo de energía.
El calor de la condensación de reciclaje no solo ayuda a mejorar la eficiencia general de utilización de energía del sistema, sino que también reduce significativamente los costos operativos y las emisiones de carbono. Bajo un diseño razonable, una unidad de refrigeración no solo puede proporcionar enfriamiento, sino también utilizar efectivamente el calor de condensación para los sistemas de calefacción de edificios, formando así un sistema de suministro combinado frío y caliente (CHC, enfriamiento, calefacción y cogeneración), logrando el objetivo de ahorro de energía del uso multipropósito de una unidad.
Para lograr una recuperación eficiente del calor de condensación, generalmente es necesario agregar dispositivos de recuperación de calor en el sistema de refrigeración, como intercambiadores de calor de placas, intercambiadores de calor de manga o módulos de recuperación de calor dedicados. Estos dispositivos actúan como intermediarios entre el condensador y la tubería de disipación de calor, transfiriendo energía térmica del refrigerante al agua u otros medios. Todo el proceso requiere un control preciso de temperatura y presión para garantizar la estabilidad y la seguridad de la recuperación de calor. Además, para garantizar la eficiencia energética general del sistema, el sistema de recuperación también debe ajustarse de manera flexible de acuerdo con los cambios de carga para evitar el exceso de energía térmica o una disminución en la eficiencia de recuperación.
Cabe señalar que el efecto de recuperación del calor de la condensación está estrechamente relacionado con las condiciones de funcionamiento del sistema, como si la carga de refrigeración es continuamente estable, si la temperatura de condensación es lo suficientemente alta y si la demanda de agua caliente coincide. Si la salida de calor está desequilibrada con la demanda, puede ser necesario establecer un sistema de almacenamiento térmico o una fuente de calor auxiliar para la regulación suplementaria.